La evolución de la carretera sin asfaltar de una vía de servicio a una infraestructura multifunción para deportes como la bicicleta de montaña, el pedestrismo o el senderismo, requiere unas características de sustentación cada vez más elevadas y un mantenimiento cada vez más frecuente. El empleo de los cabezales FAE permite una considerable simplificación de la obra de trabajo, menores plazos de ejecución de las obras y una drástica disminución de los costes. En comparación con la restauración tradicional, que prevé la escarificación con posterior utilización de material estabilizado, la adopción de la tecnología FAE permite realizar en una sola pasada el fresado, la estabilización y la incorporación de posibles aglutinantes y estabilizantes en el sustrato. Esto también hace que el mantenimiento de las carreteras sin asfaltar sea más sencillo y eficaz que nunca.